El primero que escribí se llama “El Espejo” y estaba basado en un sueño que tuve. Uno de esos sueños cuya impresión hace que tengas que escribirlo. Y eso hice. Todo de un tirón hasta un final inconcluso, como el sueño que era, un poco al estilo de Kafka. Más tarde le añadí el final que podrás leer, aunque creo que fue una solución muy recurrente, ya lo verás.
El segundo relato, escrito en la misma época, se llama “El viejo”. También está basado en un sueño pero esta vez hay una fuerte influencia Lovecraftiana.
Después pasaron muchos años sin que escribiera nada. Un día, cuando los intentos de escribir de mi adolescencia habían pasado a mejor vida, hice una partida de rol en solitario que decidí escribir. El resultado es “Historia de un Anarquista”. Un relato inmerso en el mundo del juego de rol “Vampire”, quizás difícil de entender para los que no lo conocen. En ese relato se describe la vida de un anarquista a principios del siglo pasado. Como tal el protagonista tiene ideas radicales y se comporta como lo que hoy llamaríamos un terrorista.
Unos años mas tarde empecé a escribir varios relatos en un periodo relativamente corto. El primero fue “La Selva Interior”. Basado en una partida que arbitré a Ricard Ibañez. En ella el carácter del protagonista está fuertemente influenciado por su estilo de personajes: decadentes, luchadores, sombríos pero fuertes (algunos dirán abusones).
También basado en una partida que arbitré, esta vez a Jordi Cabau, escribí “En la Tierra de Nadie”. Es un relato narrado en presente de primera persona, que intenta poner con este recurso al lector en la piel del protagonista, un aviador que se estrella tras las líneas enemigas.
Y luego vino “El Juego de Marcia”. Un relato al estilo de Stephen King, donde un grupo de adolescentes se enfrenta a la maldad encarnada en una de sus compañeras, Marcia. Creo que aquí surgen elementos enterrados en el subconsciente, cosas que nos hacen compañía, enfrentando nuestra racionalidad humana con el animal que llevamos dentro.
Entonces pasó algo que me afectó profundamente. Mi estilo literario se volvió como consecuencia más “azul” y sentimental. Fue entonces cuando escribí “El Viaje al Otro Lado”, un relato muy intimista que utiliza la simbología esotérica.
En este período surgió “Realidad Virtual”, que considero uno de mis mejores relatos. En él intento expresar mis ideas acerca de la “realidad”, la mente y el espíritu. También es un relato acerca de la soledad de la gente mayor, que ha visto morir a sus familiares y amigos, quedando solos en un mundo de extraños.
“Recuerdos de la Tierra” es una narración melancólica de otro tipo de soledad. La que sufren las personas que han sido desarraigadas de su tierra, de su origen, y que viven recordando aquel lugar pasado, donde fueron felices.
Y esto es todo, de momento, pero amenazo con más...
lunes, septiembre 04, 2006
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